
Hoy recomendamos tres libros electrónicos sobre proceso constituyente de Chile 2020.
- Lo malo: Ninguno en versión #AudioLibro
- Lo bueno: precios entre $3000 y $7000.
Los tres textos aportan al debate e informan a quienes aún buscan iluminar su decisión, para que esta emerja de la información y no de la ceguera partidista o arrebatos irracionales.
Por un #VotoInformado
Carlos Peña se posiciona desde lo filosófico respecto de por qué́ se producen estos procesos y cuáles son los temas en debate desde problemáticas éticas que subyacen en la toma de decisiones constituyentes.
Fernando Atria y otros responden preguntas en formato muy breve sobre el proceso constituyente como si estuviera en una clase o entrevista ágil.
Jaime Bassa analiza el proceso constituyente como efecto natural de la crisis social iniciada en 2019. Explica los antecedentes del conflicto y la forma en que este decanta con sus demandan en las bases de una nueva constitución.
Los tres textos deben entenderse como la continuación de otros que escribieron en 2019 y antes sobre temas constitucionales. Los textos invitan a reflexionar y plantearse de manera crítica, reflexiva e informada ante el proceso constituyente. Dos de los textos son muy recientes y están disponibles en varias páginas de libros electrónicos. Los recomiendo ampliamente.
A continuación, les comento mi orden de prioridades para la nueva constitución: Felicidad y libertades individuales (expresión, religión, desplazamiento, etc.); Salud; Educación; Derechos de agua; Pensiones; rol de Estado en áreas económicas estratégicas presentes y futuras; garantizar respeto de todos minorías y mayorías, velando por no establecer trucos en el que una de las partes pueda ejercer indebidamente el aplastamiento de la otra parte.
Ojo: parto con la FELICIDAD como tema prioritario porque es necesario tener presente el fin último por el que es necesario una constitución: primero para ordenar la casa y definir hacia donde avanzaremos, como avanzaremos, con qué derechos y con qué deberes. El primer deber creo debe ser analizar las causas de la felicidad de los pueblos en el siglo XXI. Será interesante contar con una comisión de personas que reflejen el pensar y sentir de todos + más filósofos y escritores que puedan interpretar, ordenar y poner por escrito estos sueños y expectativas comunes. También muy interesante y valioso sería que surgiera la lista de temas que son aspiraciones contrapuestas desde el punto de vista ético y que terminarían minando la FELICIDAD de OTROS. Requerimos pensar en nuestras expectativas de NUEVO ORDEN en clave de respeto de los otros. Y debemos hacer de este tema una reflexión sistemática.
Yo tengo un sueño y creo que muchos lo comparten (o todos, pero puedo equivocarme): vivir en un Chile justo, donde podamos contar con derechos no supeditados al ingreso de nuestros padres ni los propios (SALUD y EDUCACIÓN en primer lugar); donde se pueda contar con pensiones dignas y equivalentes al menos al ingreso obtenido en la etapa laboral (digo al menos por ser realista, también todos quisiéramos el doble o triple…) Donde podamos dialogar en la diferencia de opiniones en paz y a través de canales institucionales, LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE (CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL) es de momento ese canal ya quisiéramos una democracia (como esa de los libros) donde todo sea sometido a la mayoría a mano alzada; terminaremos como en 200 años si vamos sometiendo todo a juicio de todos y mientras tanto viviríamos en el enfrentamiento de unos contra otros; no nos queda más remedio que elegir a quienes nos representarán: a quienes hablarán por nosotros ojalá pronto llegue el día en que no debamos ver más violencia extrema de unos enviados a reprimir y aplacar la revuelta (policías y militares) y los otros creyendo que la lucha es contra ese grupo de individuos armados.
Lo triste y difícil de superar es que veo a bandos que sueñan con ver al otro aplastado y muerto; esto es lo peligroso; lo veo en RRSS y luego en calles como si estuvieran en guerra y su fin último es confrontarse entre sí. Espero que de allí no exista ningún ciudadano más con mutilación de ojos, con heridas, ni mucho menos resulte fallecido. También espero sea revisado el rol de la fuerza policial: por supuesto ninguno de estos dos extremos siguiente es su rol “ver cómo se destruye ciudad y altera orden; reprimir cada acto o manifestación pública” entre ese blanco y negro debe haber un matiz donde tenemos que estar de acuerdo, los que están en uno de esos dos extremos no aportan al diálogo ni a la solución.
Por razones varias (familia, lecturas, reflexiones, convicciones, religión) tengo este pensamiento que me ha acompañado siempre. Para mis amigos de izquierda estas ideas son de derecha. Para mis amigos de derecha mis ideas son rojas comunistas. Pues debo siempre recordarles que no, que mi estudio del comunismo me hace constatar que tiene muchos aspectos que aportar a la mejora de la vida en comunidad; también cuando aún no está en el poder tiene ese problema de pensar que el recurso $$$ es ilimitado e infinito, solo que debe estar en el bolsillo de otros.
Por razones como las señaladas jamás me verán escribir ni me oirán decir afirmaciones sueltas y al osar contra una de las partes involucradas en conflicto. Jamás legitimaré la violencia de ninguna de las partes. Ni de la policía hacia manifestantes, ni de manifestantes contra policía. Nunca avalaré la destrucción de la ciudad ni del patrimonio. No obstante, lo señalado, la historia me enseña que, en épocas de crisis, guerra, espanto, horror e incivilización, el camino de la violencia es el que conduce y decanta en algo más positivo siempre que el que triunfe sea cuerdo, esté dispuesto a eliminar la violencia una vez terminado el conflicto.
Le tengo fe al acto constituyente en el que estamos. Espero que de esto salga un Chile mejor, renovado y con muchas ganas de construir la paz, la justicia y la felicidad de todos, espero que las voces violentas sean tan pocas que la razón triunfe y avancemos juntos en esta nueva etapa, espero que sepamos elegir bien a los que escribirán la nueva constitución.
El discurso violento engendra violencia; La injusticia engendra violencia; El discurso de entendimiento, justicia y paz engendrará espacios de diálogos que permitirá avanzar por la senda de la FELICIDAD, para mi ese es el objetivo de la vida en comunidad en el siglo XXI.
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atte.
Ana Henríquez
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