
Inteligencia Artificial en el Aula Universitaria: Riesgos, Decisiones y Oportunidades Pedagógicas
La Inteligencia Artificial (IA) ya es una realidad en nuestras aulas universitarias, lo que nos obliga a tomar decisiones informadas y a establecer marcos claros para su uso responsable. Esta tecnología puede convertirse tanto en una aliada poderosa como en una fuente de problemas si no se integra de manera consciente en el proceso formativo. Es crucial que tanto las instituciones como los docentes comprendan sus implicaciones para aprovechar sus oportunidades pedagógicas y mitigar sus riesgos inherentes.
Este post explorará cómo la IA se está integrando en la educación, las precauciones necesarias y las múltiples herramientas que pueden potenciar el aprendizaje significativo. Abordaremos la importancia de la formación docente, el ajuste curricular y la evaluación continua para una implementación exitosa y ética de la IA.
Conceptos Clave
- Integración Consciente de IA: Inserción planificada y responsable de la IA en el proceso educativo, considerando sus beneficios y riesgos.
- Deuda Cognitiva: Posible impacto negativo en las habilidades cognitivas de los estudiantes debido al uso excesivo de IA para tareas que requieren razonamiento y creatividad.
- Alucinaciones de IA: Errores o información falsa generada por modelos de IA.
- Sesgos de IA: Inclinaciones o prejuicios inherentes en los datos con los que se entrena la IA, que pueden manifestarse en sus resultados.
- IA Estructurada: Herramientas de IA diseñadas con características fijas por el proveedor, privilegiando la automatización y con poco margen de decisión para usuarios.
- IA Dinámica: Herramientas de IA flexibles que permiten el uso de diversas herramientas y formatos, seleccionando lo mejor de cada aplicación, aunque pueden quedar en etapa de pilotaje.
- GPTs Personalizados: Asistentes, tutores o personajes de IA que se pueden configurar con instrucciones, tono, estilo, secuencias de acción y tipos de contenido específicos.
La IA en el Aula: Una Realidad Ineludible
La discusión sobre la Inteligencia Artificial en la educación es fundamental porque la IA ya forma parte del entorno de aprendizaje. Es imperativo que las instituciones y los docentes tomen decisiones activas sobre su uso, en lugar de esperar pasivamente. Se necesitan marcos y orientaciones claras para guiar esta integración, ya que la IA puede ser una aliada o un problema para el proceso formativo.
Para las instituciones, esto implica planificar una inserción responsable de la IA, establecer políticas y reglamentos de uso, probar diversas herramientas, contratar servicios y evaluar los impactos. Los docentes, por su parte, deben evaluar herramientas de libre uso, utilizar lo provisto por la institución e innovar con las herramientas disponibles.
Existen dos enfoques principales para la integración de la IA en el aula:
- Estructurado: Prediseñado por el proveedor, se centra en la automatización y ofrece menor flexibilidad a docentes y estudiantes, aunque proporciona mayor control y seguimiento.
- Dinámico: Flexible y permite el uso de diversas herramientas y formatos, seleccionando lo más adecuado para cada situación. Sin embargo, puede permanecer en fase de pilotaje por su naturaleza adaptable.
Una integración responsable requiere ciertas condiciones y principios, como el diagnóstico del impacto, la formación docente, el uso ético con valor pedagógico, el ajuste curricular y evaluativo progresivo, y la evaluación permanente de herramientas y políticas.
Herramientas de IA y su Aplicación Pedagógica
Existen numerosas herramientas de IA que pueden ser utilizadas en contextos educativos, como OpenAI (SORA), ResearchRabbit, NotebookLM, Consensus, Napkin, Magic School, Gamma, Poe, SUNO, Julius, Claude, Code GPT y Perplexity.
Estas herramientas pueden ponerse al servicio del aprendizaje estudiantil. Por ejemplo:
- NotebookLM: Permite cargar PDFs, enlaces, videos y documentos para resumir, organizar y generar preguntas. Es ideal para manejar bibliografía extensa, crear audios para el aprendizaje, fortalecer el aprendizaje autónomo y validar información con fuentes reales.
- Gemini (con funciones como «Búsqueda en Profundidad»): Puede generar infografías a partir de textos, crear tests interactivos con retroalimentación inmediata y explicaciones detalladas, y realizar investigaciones profundas sobre temas específicos.
- GPTs Personalizados (Tutor GPT): Permiten crear asistentes, tutores o personajes con instrucciones fijas, controlar el tono y estilo, definir pasos o secuencias de acción, limitar el tipo de contenido, admitir carga de archivos o enlaces, establecer ejemplos de buenas respuestas y comportarse como expertos en un área.
Para los docentes, esto significa diseñar tareas que exijan razonamiento, pedir a los estudiantes que expliquen sus soluciones, acompañar el uso de IA con guía y reglas claras, y convertir la IA en una aliada pedagógica, no en un atajo. El rol del docente es orientar, advertir sobre problemas, modelar con el ejemplo, usar herramientas de IA para abordar contenidos y centrarse en la evaluación para el aprendizaje.
Riesgos y Desafíos de la IA en Educación
Es crucial ser conscientes de los riesgos asociados con la IA:
- Información Falsa y «Alucinaciones»: Se han documentado casos de abogados sancionados por presentar escritos con «precedentes falsos» creados por IA.
- Sesgos y Errores: La IA puede generar información con sesgos o errores, lo que subraya la necesidad de un control de calidad constante.
- Manipulación y Trampa: Existe preocupación por el uso de la IA para manipular revisiones en publicaciones científicas o para hacer trampa en trabajos académicos, llevando incluso a la expulsión de estudiantes.
- Deuda Cognitiva: Estudios preliminares del MIT sugieren que el uso masivo de ChatGPT para tareas de escritura puede reducir la conectividad cerebral en un 55% y disminuir la actividad cerebral, impactando la memoria, creatividad y autoría. Quienes usan ChatGPT pueden ocupar menos el cerebro y volverse «más flojos».
- Infiabilidad de Detectores de IA: Los detectores de IA pueden fallar y generar falsos positivos, incluso identificando textos icónicos como la Declaración de Independencia como 98% generados por IA. Turnitin, por ejemplo, advierte que su herramienta proporciona información, no una acusación, y que la interpretación final debe ser del instructor. La sospecha constante degrada el vínculo pedagógico y sancionar sin evidencia debilita la justicia académica.
¿Cómo Avanzar de Manera Consciente?
Ante estos desafíos, la clave es un enfoque proactivo y educativo:
- Aprender sobre IA: Es fundamental que las personas aprendan sobre las características, el funcionamiento, las limitaciones y los problemas de la IA, así como lo que dicen las empresas creadoras, los expertos y los usuarios.
- Orientar y Establecer Marcos de Uso: Las instituciones deben guiar y establecer marcos de uso, acordando y definiendo los usos permitidos.
- Explorar y Experimentar: Es vital explorar y poner a prueba herramientas de IA, usarlas al servicio del aprendizaje significativo y enfocarlas en metas formativas concretas.
- Integración Didáctica: Integrar la IA como un recurso en propuestas didácticas, probando en clases reales con objetivos claros y ajustando estrategias según los resultados.
- Promover el Pensamiento Crítico y la Ciudadanía Digital: Fomentar la reflexión sobre los límites éticos del uso de la IA y formar una ciudadanía digital consciente.
- Colaborar y Contribuir: Compartir avances con colegas, participar en comunidades académicas activas y contribuir a la creación de marcos de uso y orientaciones éticas.
- Alineación Institucional: Alinear las experiencias con el modelo educativo, integrar la IA en planes docentes y evaluativos, y aportar al rediseño curricular e innovación institucional.
En definitiva, no somos inquisidores; la ética se cultiva, no se impone. Enseñar a usar la IA es más efectivo que prohibirla, y el rol docente no es vigilar, sino formar con criterio. Es una invitación a atreverse, experimentar y enseñar.
Ana Henriquez Orrego





