
IA Generativa en Contextos Educativos: síntesis de mis ponencias de julio y agosto 2025
Durante los últimos meses, entre julio y agosto de 2025, he tenido la oportunidad de participar en diversas instancias académicas y profesionales donde abordé los desafíos y oportunidades que plantea la inteligencia artificial generativa (IAg) en la educación. Esta publicación busca compartir con la comunidad académica y educativa una síntesis ampliada de esas ponencias, con el fin de dejar disponible un material que oriente la reflexión colectiva en torno al uso responsable y estratégico de estas tecnologías.
Comprender qué es la IA generativa
La IA generativa se refiere a sistemas capaces de producir texto, imágenes, audio o código con un nivel de coherencia sorprendente. Sin embargo, no debemos confundir su capacidad de imitación con pensamiento humano: la IA no razona, sino que identifica patrones estadísticos a partir de grandes volúmenes de datos.
Este punto de partida es esencial. Solo reconociendo la naturaleza de la IA podemos evitar expectativas irreales y construir marcos de uso pedagógicamente sólidos y éticamente fundados.
Oportunidades y riesgos en educación superior
En mis presentaciones he subrayado que la IA ya está presente en múltiples procesos: desde la automatización administrativa hasta tutorías virtuales o retroalimentación personalizada. Pero también he enfatizado los riesgos que no deben ignorarse:
- Alucinaciones o generación de información falsa.
- Sesgos derivados de los datos de entrenamiento.
- Plagio y suplantación de autoría en trabajos académicos.
- Dependencia excesiva que empobrece habilidades cognitivas.
- Ampliación de la brecha digital, entre quienes tienen acceso y quienes quedan al margen.
Hablar de IA en educación es hablar de un equilibrio entre innovación y responsabilidad.
Un ecosistema de responsabilidad compartida
La ética de la IA no es tarea de un solo actor. Requiere de un ecosistema de responsabilidad compartida en el que participen:
- Organismos internacionales, que fijan directrices.
- Gobiernos nacionales, que regulan y protegen derechos.
- Empresas desarrolladoras, que diseñan sistemas más seguros.
- Instituciones educativas, que definen políticas claras y velan por la calidad.
- Docentes y estudiantes, que ejercen un uso crítico y responsable.
En este marco, cada decisión cuenta para construir un futuro educativo más justo y seguro.
IA como asistente, tutor y personaje pedagógico
En mis ponencias propuse una tipología práctica para orientar el uso de la IAg en educación superior:
- Asistente docente: apoyo en tareas administrativas, búsqueda de información, elaboración de borradores y guías.
- Tutor virtual: explicaciones adaptadas, retroalimentación inmediata, ejemplificación múltiple.
- Personaje pedagógico: simulaciones, debates, dramatizaciones y juegos de rol donde la IA asume identidades disciplinares o profesionales.
Este marco ayuda a clarificar que la IA no reemplaza al docente ni al estudiante, sino que amplía las posibilidades de interacción y aprendizaje.
Rol docente y estudiantil en tiempos de IA
El profesorado adquiere nuevas responsabilidades:
- Curar y contextualizar información.
- Diseñar experiencias de aprendizaje auténticas.
- Promover pensamiento crítico y creativo.
El estudiantado, en tanto, debe evolucionar hacia un usuario crítico, alfabetizado digitalmente, consciente de los límites y potenciales de la IA, y siempre comprometido con la integridad académica.
La clave está en la colaboración: docentes y estudiantes construyendo juntos prácticas responsables.
Evaluación y rediseño curricular
Uno de los ejes más sensibles ha sido la evaluación del aprendizaje. La IA generativa obliga a repensar las pruebas tradicionales y a dar paso a:
- Evaluaciones de procesos, no solo de productos.
- Pruebas orales y prácticas presenciales.
- Modelos híbridos que integren la IA con aportes humanos claramente diferenciados.
De la misma manera, la integración de estas tecnologías exige transformaciones curriculares: actualización de objetivos formativos, metodologías activas, incorporación de competencias digitales críticas y adaptación de perfiles de egreso a un mundo laboral donde la IA será omnipresente.
Buenas prácticas y prevención de mal uso
El uso responsable de la IAg en educación se sostiene en principios éticos básicos: transparencia, veracidad, autoría responsable, equidad, autonomía cognitiva y excelencia académica.
Ello debe ir acompañado de estrategias institucionales como:
- Normativas claras y actualizadas.
- Formación docente continua.
- Mecanismos de evaluación del impacto.
- Prevención activa de malas prácticas como el plagio o la dependencia excesiva.
No se trata de prohibir indiscriminadamente, sino de guiar, formar y acompañar.
Futuro del aprendizaje con IA
Mirando hacia adelante, la educación superior se enfrenta a un horizonte donde la IA será:
- Un compañero de aprendizaje permanente en la vida profesional.
- Una herramienta de personalización universal.
- Un recurso para potenciar entornos híbridos más dinámicos e inclusivos.
Este futuro no debe ser temido, sino diseñado conscientemente, garantizando que el pensamiento crítico, la creatividad y la ética continúen siendo el corazón de la formación universitaria.
La IA generativa en contextos educativos representa una oportunidad histórica. No es un oráculo de verdades, ni tampoco una amenaza inevitable. Es un recurso que, bien gestionado, puede estar al servicio del aprendizaje.
En mis ponencias he insistido en que el verdadero desafío no es tecnológico, sino pedagógico y ético: ¿cómo logramos que esta herramienta potencie lo mejor de nuestras prácticas docentes y preserve los valores esenciales de la educación?
La respuesta no está en manos de un solo actor, sino en la responsabilidad compartida de toda la comunidad educativa.
Dejamos a su disposición la presentación global de estas jornadas.
ATTE. ANA HENRIQUEZ ORREGO






