Ana Henríquez fue invitada a exponer sobre sus investigaciones referidas al conflicto cívico militar que se suscita en Chile durante la Guerra del Pacífico en el contexto de la X Jornada de Historia Militar organizada por el Departamento Cultural, Histórico y de Extensión del Ejército.
El evento se llevó a cabo en la Sala General Manuel Baquedano de la Academia de Guerra. En esta jornada las temáticas versaron sobre diversos aspectos de alto interés relacionados con el conflicto del Pacífico (1879-1883): “Chile y el Pacífico Sudamericano en el contexto de la Guerra del Pacífico”, “Clases y Soldados de La Concepción”, “La Prusia americana: prensa e imagen internacional de Chile durante la Guerra del Pacífico (1879 – 1883)”, “José Francisco Vergara: ¿un hombre de paz en la Guerra del Pacífico?” y “La Caballería en la Campaña de Antofagasta”.
La presentación realizada por la Mg. Ana Henriquez abordó uno de los temas principales desarrollados en sus investigaciones sobre la guerra, es decir, el conflicto entre civiles y militares suscitado en Chile durante la Guerra del Pacífico. El eje de su ponencia se centra en el rol de José Francisco Vergara, quien se desempeñó como Secretario General, Comandante de Caballería y Ministro de Guerra. En este último cargo le correspondió dirigir el ingreso de las tropas a Lima, marcando el inicio de la última etapa del conflicto que implicó la ocupación de la capital peruana.
¿Por qué estudiar la Guerra del Pacífico a partir de José Francisco Vergara?
En primer lugar es preciso señalar que la vida de Vergara puede ser analizada desde distintas dimensiones. Al comenzar mi estudio de este personaje, mi interés era uno sólo: comprender por qué Vergara en los escritos de sus últimos años sostiene de manera tan vehemente que en Chile no hubo verdaderos liberales, o que al menos, todos los que lograban llegar a las cúpulas del poder, se despojaban de sus ideas y principios, dejando en el camino los proyectos y objetivos liberales. En esencia me interesaba lograr entender qué significaba ser liberal en Chile del siglo XIX.
A poco andar en el proceso investigativo se hacía cada vez más evidente que no era posible comprender a Vergara en su dimensión política si no me detenía a analizar los mecanismos que condujeron a Vergara a formar parte de la elite nacional.
Por una parte se yergue como factor crucial sus lazos matrimoniales con una de las familias más adineradas del siglo XIX, los Álvarez. Antes de esa unión, Vergara contaba con escasos caudales, según nos revelan sus memorias y alguno de sus amigos, entre ellos Diego Barros Arana.
A partir de entonces, Vergara comienza desarrollar directos vínculos sociales y de amistad con connotados hombre públicos de nuestro país, que lo invitan a formar parte de los Clubes políticos liberales y en este contexto también ingresa a la masonería, ambos círculos sociales irán forjando sus ideas y principios doctrinarios.
En segundo lugar uno de los factores que contribuye a acrecentar la fortuna y sus vínculos sociales es el proceso de loteo y venta de la Hacienda Viña del Mar, que culmina con la fundación de la población del mismo nombre en 1874.
Ubicado ya entre las familias más adineradas de Chile y formando parte de los círculos políticos liberales, en 1879 será llamado por el Gobierno a formar parte de los civiles movilizados en la Guerra del Pacífico. Su participación en la Guerra le permitirá ir ubicándose en posiciones estratégicas de poder. Parte como secretario de uno de los Generales, ocupa luego puestos tales como comandante de caballería y finalmente en 1881 es nombrado Ministro de Guerra en Campaña, correspondiéndole asumir la conducción de la contienda. Su principal aporte, desde el punto de vista estratégico, estuvo dado por el ímpetu que puso en convencer al Gobierno, al parlamento y al general Baquedano de la necesidad de marchar sobre Lima, cuestión de la que no estaban muy convenidos los mandos militares.
La participación en la guerra permitió a Vergara pasar a ser connotado a nivel nacional. Su nombre inclusive se llega a barajar como opción presidencial en 1881 en oposición a una posible candidatura militar de Manuel Baquedano. Los testimonios contemporáneos señalan que la mayor parte de la población, a excepción de los militares chilenos, veía con buenos ojos y elogiaban el hecho de que un acaudalado estuviera dispuesto a sufrir los embates e inclemencias de los campos de batalla.
Ahora bien, la excepción de los militares está dada por las desavenencias que tendrá Vergara con los altos mandos militares, a quienes critica ácidamente en los partes oficiales enviados desde el frente. Los considera ineptos, faltos de tácticas y con nulos conocimientos estratégicos. A la mayor parte los considera muy viejos para seguir con cargos y ello lo hace saber al gobierno y a la prensa. Atribuye, además, todos los triunfos a los soldados rasos y todos los fracasos a la falta de conducción inteligente.
El matrimonio con Mercedes Álvarez, la incorporación a la masonería, a los clubes liberales, al partido radical, la fundación de Viña del Mar y su participación en la Guerra del Pacífico, condujeron a Vergara a ser connotado a nivel nacional y a ser considerado en dos oportunidades como carta presidencial. En 1881 él no acepta entrar en la contienda, y participa en apoyo a la campaña de su amigo Domingo Santa María, luego en 1886 se decide a entrar en campaña y se mantendrá como el candidato de oposición en contra de la candidatura oficial de José Manuel Balmaceda, este último contaba con el apoyo resuelto y declarado del presidente Domingo Santa María.
¿Qué conclusiones aporta esta investigación?
En primer lugar esta investigación y ponencia demuestra la posibilidad de analizar un proceso histórico a partir de estudios biográficos, pero a la vez constata la necesidad de que dichos estudios requieren ser enriquecidos desde el estudio del pensamiento (IDEAS) y comportamiento (HECHOS). De este modo es posible analizar y dilucidar la aparente contradicción que se suscita entre los ideales y valores pacíficos, anti militares y anti bélicos que transmite José Francisco Vergara y su participación en la guerra, donde las circunstancias y la necesidad lo llevaron a empuñar las armas y arremeter contra los enemigos. Así también a través Vergara es posible adentrarse en los escabrosos conflictos cívico-militares que llevaron a enfrentar a los altos mandos del ejército con los civiles, representantes del gobierno, que participaron en la guerra. Dificultades que se asocian entre otros factores, a los siguientes: a las características propias de lentitud de comunicaciones, a los límites difusos entre los asuntos políticos y militares y, finalmente, a las características propias de las personalidades involucradas, en este caso encarnadas en José Francisco Vergara por parte de los civiles y el General Manuel Baquedano por parte del ejército.
¿Esta investigación cuenta con publicaciones?
Respecto de este tema he publicado varios artículos en Revista ARCHIVUM del Archivo Histórico Patrimonial de Viña del Mar, la tesis del programa de Magíster en Historia Política y Relaciones Internacionales cursado en PUCV versó sobre esta problemática histórica y también cuenta con un libro titulado “José Francisco Vergara: Guerra del Pacífico y liberalismo”.
http://noticias.udla.cl/206/directora-de-ugc-expone-en-seminario-organizado-por-la-academia-de-guerra
Me gustaMe gusta