
Celulares en el aula
Adrián Villegas Dianta
Director de la Escuela de Educación,
Facultad de Educación de Universidad de Las Américas
Los celulares han penetrado fuertemente en nuestra sociedad, democratizando el acceso a la información y cambiando nuestras pautas de comunicación desde los últimos 15 años. Se trata de una tecnología que, a diferencia de muchas otras, es completamente transversal, por ejemplo, a nivel etario, integrando tanto niños como adultos mayores, de bajo costo y, sobre todo, que permite que cada persona encuentre una aplicación o información que requiere.
En el caso del mundo escolar y, precisamente por su fuerte masividad y penetración, tienen poco sentido su prohibición. Considerando en general nuestra insuficiente inversión en el ámbito escolar a nivel de infraestructura y recursos didácticos, el dejar de lado un dispositivo que permite acceder, crear y socializar información, colaborar, resolver problema y un infinito número de posibilidades a partir de los millones de aplicaciones gratuitas que existen, no parece sensato. Además, se trata de dispositivos que entregan una serie de hardware asociado, como cámara fotográfica y web permitiendo con ello acceso a la realidad aumentada, por ejemplo, GPS, acelerómetro, giroscopio, y otra serie de elementos que permiten realizar una serie de experimentos y actividades en general.
Pero los celulares no son solamente en potencia un medio para el desarrollo del trabajo en el aula, sino también, un potente instrumento didáctico para potenciar la docencia. Un celular permite en clases fomentar la participación mediante votaciones, encuestas, test y otra serie de posibilidades interactivas y en tiempo real que permiten monitorear el aprendizaje en aula.
El celular, como toda tecnología, posee cualidades y genera problemáticas, lo que depende mayormente de su uso, por ello es mejor educar en su uso correcto, tanto a docentes como a estudiantes, que hacer una prohibición absoluta, donde si bien evitamos los problemas que puede generar, eliminamos de plano aún conjunto de virtudes y posibilidades que pueden ser puestas al servicio del proceso de aprendizaje.
Sin dudarlo. Hay que contar con los celulares. Así lo justifica, por ejemplo, Sam Wineburg en su obra Why Learn History (When It’s Already on Your Phone). The Universuty Chicag Press, 2018
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Sin dudarlo. Hay que contar con los celulares. Así lo justifica, por ejemplo, Sam Wineburg en su obra Why Learn History (When It’s Already on Your Phone). The University Chicago Press, 2018
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esos celulares solo son un dolor de cabeza en las aulas..juegos y chateo inutil . hay que es prohibirlos, para eso les queda toda la noche y los fines de semana y tiempo de vacaciones
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Excelente tema el que se propone, sin lugar a dudas, el desarrollo de habilidades asociadas a la tecnología y la comunicación en el siglo XXI, nos invita a los docentes a desafiar nuestra didáctica y nuestras prácticas educativas en el aula.
Por un lado, estamos en una sociedad donde la información se ha transformado en un derecho, ya que su acceso es tan amplio que termina siendo un factor de desigualdad, en muchos aspectos, cuando no se ofrece solución desde las políticas públicas.
Por otro lado, las metodologías de aprendizaje activo (ABP o aprendizaje servicio por ejemplo) nos invitan a presentarnos desde un rol de guía y mediado, pero el centro del proceso es cada vez más el/la estudiante, por ello tenemos que favorecer el uso de herramientas que motiven aprendizajes realmente significativos.
Es por ello que los celulares, tal como indica Adrián, son una tremenda oportunidad para la educación.
Saludos!
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Preferiría que hubiese un horario de uso.
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